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    Linfoma no Hodgkin: inmunoterapia

    ¿Qué es la inmunoterapia?

    La inmunoterapia es un tratamiento que funciona con el sistema inmunitario. También se llama terapia biológica. El sistema inmunitario combate las infecciones al destruir los gérmenes. Del mismo modo, también puede destruir las células cancerosas.

    La inmunoterapia se hace para reforzar el sistema inmunitario natural. O pueden ser versiones de laboratorio de proteínas normales del sistema inmunitario que destruyen o retardan el crecimiento de las células del linfoma.

    Tipos de inmunoterapia para tratar el linfoma no Hodgkin

    Los tipos que se usan para tratar el linfoma no Hodgkin incluyen lo siguiente:

    • Terapia de anticuerpos monoclonales

    • Terapia inmunomoduladora

    • Inhibidores de puntos de control inmunitario

    • Tratamiento de células T con CAR

    Terapia de anticuerpos monoclonales

    Los anticuerpos monoclonales son versiones hechas en laboratorio de proteínas del sistema inmunitario. Cada tipo de anticuerpo se une a un determinado tipo de proteína CD que se encuentra en las células cancerosas ("CD" significa "grupo de diferenciación" en inglés). De esa manera, el sistema inmunitario reconoce y destruye las células cancerosas. Gracias a este ataque focalizado, hay menos daño a las células sanas.

    Estos medicamentos se administran, por lo general, durante varias horas por vía intravenosa. Esto significa que se administran directamente en la sangre. Algunos también pueden administrarse como inyección debajo de la piel. El tratamiento se suele hacer en el consultorio de un proveedor de atención médica. O puede hacerse en un centro de tratamiento.

    El anticuerpo monoclonal que más se usa para tratar el linfoma no Hodgkin es el rituximab. Este anticuerpo se une a una sustancia llamada CD20, que se encuentra en las células B. Se suele administrar con quimioterapia. Hay otros medicamentos que también se unen al CD20.

    Hay otros anticuerpos monoclonales que se unen a distintas proteínas de las células del linfoma para destruirlas. Algunas de las proteínas a las que están dirigidos estos medicamentos son la CD19, la CD52, la CD79b y la CD30. Las células del linfoma se analizan para ver qué proteínas CD contienen. Esto permite encontrar el tratamiento con anticuerpos monoclonales más adecuado para usted.

    Algunos anticuerpos monoclonales se unen a partículas radiactivas pequeñas. Luego, esos anticuerpos pasan la radiación a las células cancerosas. Y así se destruyen las células cancerosas. El ibritumomab tiuxetán es un ejemplo de este tipo de medicamentos.

    Otros tipos de anticuerpos se unen a medicamentos de quimioterapia. Luego, esos anticuerpos pasan la quimioterapia directamente a las células cancerosas. Un ejemplo de este medicamento es la brentuximab vedotina. Pasa la quimioterapia a las células del linfoma con la proteína CD30.

    Posibles efectos secundarios

    Los efectos secundarios de estos medicamentos no son los mismos que los de la quimioterapia. Ocurren con mayor frecuencia durante el tratamiento o poco después de este.

    Los efectos secundarios dependen del tipo de medicamentos de anticuerpos monoclonales que reciba y pueden incluir los siguientes:

    • Cansancio

    • Fiebre

    • Escalofríos

    • Malestar estomacal (náuseas)

    • Dolor de cabeza

    • Sarpullido o urticaria con picazón

    • Hinchazón en la garganta

    • Opresión en el pecho

    • Diarrea

    Algunas personas tienen reacciones más graves durante el tratamiento. Esta situación puede provocar una baja de la presión arterial y dificultad para respirar. Este riesgo tiende a ser mayor con el primer tratamiento. Por eso, se suelen administrar medicamentos antes de cada tratamiento para reducir el riesgo de una mala reacción.

    Algunos de estos medicamentos aumentan el riesgo de tener infecciones meses después del tratamiento. Si tuvo el virus de la hepatitis B en el pasado, puede tener un brote del virus. Antes de iniciar el tratamiento, se le hará un análisis de sangre para detectar la hepatitis B.

    Hay anticuerpos monoclonales que afectan la médula ósea. Esto es más probable si llevan moléculas radiactivas o medicamentos de quimioterapia. Puede provocar recuentos bajos de glóbulos rojos y blancos y de plaquetas. Un recuento bajo de glóbulos rojos (anemia) puede provocar fatiga. Un recuento bajo de glóbulos blancos puede aumentar el riesgo de infección. Un recuento bajo de plaquetas puede aumentar el riesgo de sangrado y moretones. Algunos anticuerpos monoclonales unidos a la quimioterapia también pueden afectar a las terminaciones nerviosas. Esto puede causar hormigueo, entumecimiento o dolor en las manos y en los pies (lo que se conoce como neuropatía periférica).

    Terapia inmunomoduladora

    Los medicamentos inmunomoduladores actúan con el sistema inmunitario para retardar el crecimiento de las células cancerosas. Se pueden usar para tratar algunos tipos de linfoma no Hodgkin si otros tratamientos ya no funcionan. La lenalidomida es un ejemplo de este tipo de medicamentos. Se toma todos los días como pastilla.

    Posibles efectos secundarios

    Los efectos secundarios de estos medicamentos incluyen los siguientes:

    • Un recuento bajo de plaquetas, lo que aumenta el riesgo de sangrado

    • Un recuento bajo de glóbulos blancos, lo que aumenta el riesgo de infección

    • Daño en los nervios, lo que puede causar dolor en las manos o en los pies

    • Coágulos de sangre

    • Cansancio

    • Estreñimiento

    • Defectos de nacimiento si se toman durante el embarazo

    Inhibidores de puntos de control inmunitario

    El sistema inmunitario se vale de determinadas proteínas para saber que una célula está sana y no atacarla. Estas proteínas se llaman puntos de control. A veces, las células cancerosas usan estos puntos de control para evitar que el sistema inmunitario las ataque.

    Hay medicamentos llamados inhibidores de puntos de control inmunitario que obstruyen esos puntos de control. De esa manera, el sistema inmunitario puede destruir las células cancerosas. El pembrolizumab es un inhibidor de puntos de control inmunitario que obstruye el punto de control PD-1/PD-L1. Podría usarse para tratar ciertos linfomas de células B que comienzan en el tórax y no responden a otros tratamientos o reaparecen después del tratamiento. Se administra como infusión intravenosa.

    Posibles efectos secundarios

    Como estos medicamentos obstruyen los puntos de control, el sistema inmunitario puede atacar tanto las células sanas como las cancerosas. Esto provoca efectos secundarios, como los siguientes:

    • Problemas en la piel, como sarpullido y picazón

    • Hinchazón y dolor de los músculos y de las articulaciones

    • Diarrea

    • Recuento bajo de plaquetas, lo que aumenta el riesgo de sangrado

    • Recuento bajo de glóbulos blancos, lo que aumenta el riesgo de infección

    • Recuento bajo de glóbulos rojos, lo que se llama anemia, que puede provocar fatiga, palidez y falta de aire

    • Inflamación de los pulmones, llamada neumonitis (poco frecuente)

    • Problemas en el corazón (poco frecuente)

    Tratamiento de células T con CAR

    Para este tratamiento, se extrae de la sangre un determinado tipo de glóbulos blancos, llamados células T. Esto se lleva a cabo durante un proceso que se llama aféresis. El resto de la sangre vuelve directo al cuerpo. Solo se extraen las células T.

    Luego, en un laboratorio, se modifican las células T. Se modifican para que tengan en la superficie unos receptores llamados receptores de antígenos quiméricos (CAR, por su sigla en inglés). Gracias a los CAR, las células T se dirigen a las células del linfoma y las eliminan. Luego, en un laboratorio, se producen y se multiplican las células T con CAR. Se le administra quimioterapia y después se vuelven a introducir las células T con CAR en la sangre. Estas células permanecen en el cuerpo durante muchos meses y detectan y destruyen las células del linfoma. Esto evita que el linfoma vuelva a aparecer.

    Este tratamiento podría ser una opción si los demás no funcionan. El tratamiento de células T con CAR lleva muchas semanas. Solo se hace en centros de tratamiento con capacitación especial en este tipo de terapia contra el cáncer.

    Posibles efectos secundarios

    Este tratamiento puede causar problemas, como los siguientes:

    • Náuseas

    • Dolor de cabeza

    • Fiebre

    • Cansancio

    • Problemas respiratorios

    • Presión arterial baja

    • Infección

    • Hinchazón

    También puede provocar efectos secundarios muy graves, como problemas del corazón, sangrado o coágulos de sangre. Puede producir daño en los nervios. Si sucede, pueden producirse convulsiones, confusión, movimientos involuntarios y alucinaciones. Otros órganos que pueden verse afectados son la médula ósea, los pulmones, el hígado, el bazo y los riñones.

    Colabore con el proveedor de atención médica

    Hable con los proveedores de atención médica sobre lo que debe esperar en relación con la inmunoterapia y los efectos secundarios a los que debe prestar atención. Asegúrese de saber cuándo llamarlos. Por ejemplo, si sus recuentos sanguíneos disminuyen, esto puede hacerlo más propenso a contraer infecciones. Es probable que le indiquen controlar la temperatura y mantenerse alejado de las personas enfermas. Puede llamar si tiene fiebre o escalofríos. Asegúrese de saber a qué teléfono llamar si tiene problemas o preguntas. Pregunte cómo obtener ayuda fuera del horario de atención del consultorio y durante los fines de semana o los feriados.

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